viernes, 1 de febrero de 2013

Cada médico tiene un don específico a la hora de enfrentarse a una emergencia. Algunos nos dan esperanzas y sacan fuerzas inesperadas de nosotros. Otros son sinceros y nos ocultan la crudeza de la situación. Y mi credo para un caso de urgencia es: actuar como si se tratara de mi propia vida.